Durante 2017 estudiantes y docentes nos hemos organizado en rechazo a la implementación de la reforma educativa en el nivel medio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), obligatoria sólo en las escuelas públicas. Junto a toda la comunidad, Ademys realizó un paro del nivel medio y movilizamos contra esta reforma en una importante jornada donde confluimos docentes, estudiantes y familias.
La denominada “Secundaria del Futuro” (SF), que posteriormente la ministra Soledad Acuña cambió de nombre para intentar esconder la profundidad de los ataques a la escuela pública que esta implica, es un diseño para un futuro de incertidumbre y precarización.
En efecto, la SF es un ataque a los derechos de lxs trabajadorxs de la educación y, en términos ideológicos, una intromisión de la gestión macrista sobre qué, cómo y para qué debemos enseñar y aprender. Para percibir sus resultados no debemos esperar a un futuro lejano porque los problemas ya comenzaron.
Entre algunos de los puntos de la reforma el gobierno de Larreta plantea el cambio en la organización de la estructura académica: el pasaje de disciplinas a áreas (sociales y humanidades, naturales y tecnología, comunicación y expresión), estas últimas contenidas en dos unidades académicas que contemplan un ciclo básico de dos años y un ciclo orientado de 2 años. Desde Ademys (Asociación de los Docentes de la Enseñanza Media y Superior de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)venimos planteando que esto implicará un recorte de contenidos y, al mismo tiempo, afectará a la cantidad de docentes que verán reducidos los espacios curriculares donde se desempeñan. El diagrama del quinto año fue puesto en duda por toda la comunidad: las pasantías obligatorias, en lugares aún desconocidos, quitan tiempo necesario para contenidos fundamentales.
Lxs docentes de las escuelas piloto que este año deben comenzar con la implementación en primer año dan cuenta de que dichos problemas ya han comenzado. La organización en áreas supone la incrementación horaria, dos horas más para la planificación con lxs otrxs docentes de cada área. En algunas escuelas esa incrementación significa la imposición de un nuevo horario. El planteo por parte de algunas supervisiones a varios colegas, al no poder modificar sus horarios, es la renuncia a todas las horas; o, en su defecto, se amenaza con dar de baja dichas horas y realizar el cese administrativo. En caso de que el o la docente tenga un TP compuesto con horas “frente a curso” y “extra-clase”, se insta a que esas últimas se dediquen a esa planificación por área, desconociendo propósitos pedagógicos desarrollados en esas “extra-clase”. Son claros aprietes por parte del gobierno que no le tiembla el pulso cuando intenta dejar sin trabajo a lxs docentes, precarizar nuestra labor, o dejar sin efecto los proyectos escolares que se llevan adelante en esas horas, como previas por parciales, equipos ESI, tutorías, etc.
Sumado a estos problemas, en 2018 la NESC llega a 5to año en las escuelas que fueron piloto y a 4to en la mayoría de las escuelas de la Ciudad, lo que implica también la pérdida de horas por parte de muchos docentes. Es decir que el ataque a nuestro trabajo, la embestida contra nuestros derechos como trabajadorxs y la pérdida de nuestros empleos ya llegaron hace rato y ahora se maquilla bajo nuevas formas a través de la “Secundaria del Futuro”.
Desde Ademys señalamos a lxs docentes que no corresponde que firmen cese alguno: hay un derecho estatutario adquirido que el propio gobierno ignora o pisotea abiertamente. Llamamos a seguir organizados de forma colectiva en cada escuela con toda la docencia, estudiantes y familias de la Ciudad para seguir rechazando una reforma que tiene como principal objetivo poner la educación pública y a nuestrxs pibxs al servicio de las necesidades del mercado y de un futuro incierto.
*¡NO A LA SECUNDARIA SIN FUTURO!
¡NINGUNX DOCENTE SIN SUS HORAS!
¡DEFENDAMOS LA ESCUELA PÚBLICA!*
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