sábado, 21 de abril de 2018

Educación religiosa: en Salta cuestionan el cumplimiento del fallo de la Corte y en Tucumán buscan prohibirla

(Por Maximiliano Fernández. Infobae, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, miércoles 18 de abril de 2018)- El 12 de diciembre de 2017, la Corte Suprema de Justicia resolvió que, a partir de este ciclo lectivo, las escuelas públicas salteñas ya no pueden impartir educación religiosa en horario escolar. El fallo fue histórico. Llegó tras un año de debate acalorado y, aunque hoy se cuestiona su cumplimiento, sirvió como impulso para que Tucumán inicie también su reclamo.

El mismo día que se conoció el fallo de la Corte, el gobernador Juan Manuel Urtubey anunció que Salta se adecuaría a los lineamientos. Anticipó que ya no incluiría la enseñanza religiosa dentro de la currícula de las escuelas, que solo quedaría a elección fuera del horario de clases.

Sin embargo, en los últimos días, las familias que pidieron en primera instancia por su exclusión, reprocharon que el ministerio de educación salteño no quitó las fiestas patronales del calendario escolar. Por eso, en septiembre, por ejemplo, durante la tradicional festividad del Señor y la Virgen del Milagro, los alumnos visitarán la Catedral Basílica, tal como marca la costumbre. En este caso, las familias tendrán la opción de elegir que sus hijos se queden en los colegios.

"Nosotros ni obligamos ni prohibimos. Se entendió muchas veces que la educación religiosa era una obligación y no es así; con las fiestas patronales y el Milagro vamos a trabajar de la misma manera como cuando los chicos participaban masivamente. Los que no participen se quedan en la escuela", dijo Analía Berruezo, ministra de educación de Salta, ante diputados provinciales.

El grupo de padres la observa como una práctica "discriminatoria", que excluye a los chicos que no profesan la fe católica. Graciela Abutt, la abogada que patrocinó el reclamo desde el inicio, señaló a Infobae: "El acatamiento de la sentencia no es total ya que muchos de los operadores educativos- docentes, directores y funcionarios- se resisten a abandonar ciertas prácticas discriminatorias vinculadas con el credo católico".

Según Abutt, en algunas escuelas todavía se mantienen ritos como la bendición del desayuno o la merienda. Sobre la asistencia a las festividades indicó: "Es una abierta desobediencia a lo ordenado por la Corte, que puede traer aparejadas responsabilidades penales para las autoridades del área. Participar de las festividades presupone un previo pronunciamiento de cada alumno sobre sus creencias religiosas".

En la misma línea, en torno a la no obligatoriedad, agregó: "Todos sabemos que muchos de los operadores educativos, bajo sus propias creencias personales, encuentran la forma, sutil o no, de obligar a la concurrencia de las festividades católicas".

El reclamo surge en el mismo momento en que Tucumán da sus primeros pasos para que se deje de impartir educación religiosa en sus escuelas públicas. Otra vez son los padres quienes, junto a espacios de izquierda, presentaron un recurso de amparo que busca garantizar la formación laica sin preferencia de credos.

El artículo 8 inciso 13 de la Ley 8.391 de Educación Provincial es el apuntado como "inconstitucional". La norma establece que todo alumno tiene derecho a que se le enseñe su religión dentro del espacio curricular, lo cual consideran que es "una forma encubierta de solo aceptar la religión católica apostólica romana" y una contradicción con otros artículos que plantean la libertad de expresión y formar alumnos con espíritu crítico e independiente.

"Hay una discriminación bastante flagrante sobre los niños que no profesan ningún culto o hacia los niños que profesan un culto distinto. Tucumán es la única provincia del país en donde la enseñanza de la religión católica es curricular. Nosotros no estamos en contra de los que profesan esa religión, pero sí estamos en contra de lo que se enseña en la escuela estatal", expresó Miguel Paliza, el abogado de los padres.

La presentación se hizo en el Juzgado Civil de Tucumán y pronto sobrevino la respuesta de la Iglesia. Los obispos con jurisdicción en la provincia emitieron un comunicado en el que, si bien respetan la postura de "aquellos que se sienten discriminados", consideran que la enseñanza religiosa "hunde sus raíces" en la constitución provincial.

"El pueblo tucumano y en general el pueblo argentino comprende a cada ser humano como un ser abierto a la trascendencia. Esta apertura a la trascendencia no es vivida solamente como una conciencia individual y privada sino ante todo como una experiencia popular. Por lo tanto una educación integral debe comprender el desarrollo de estos aspectos que hacen a nuestra cultura", agregan.

El comunicado lleva las firmas del arzobispo de Tucumán, Carlos Alberto Sánchez, el obispo de Concepción, José María Rossi, y el obispo prelado de Cafayate, monseñor Demetrio Jiménez. Al final, proponen abrir un espacio de diálogo con los sectores interesados.

La situación en Catamarca

La laicidad del sistema educativo nacional se sustenta a partir de la ley 1.420 que, en su artículo 8, señala: "La enseñanza religiosa sólo podrá ser dada en las escuelas públicas por los ministros autorizados de los diferentes cultos, a los niños de su respectiva comunión y antes o después de la hora de clase".

Sucede que las jurisdicciones, al ser responsables de sus escuelas, tienen ciertas licencias. El docente Manuel Becerra, autor del blog Fue la pluma, elaboró un mapa de la situación en cada provincia, con sus respectivas normativas. De acuerdo a las leyes -considerando el reciente fallo de la Corte- solo dos provincias explicitan la inclusión de la enseñanza religiosa: Tucumán y Catamarca.

No obstante, una cosa es la ley, otra la realidad en las aulas. "El tema de las prácticas cotidianas escolares es otro universo. Si vamos al caso, probablemente se den clases de religión, o algo por el estilo, en provincias con educación laica por ley", aclaró a Infobae Becerra.

Catamarca es un caso aparte. Según Sol Prieto, doctora en ciencias sociales (CEIL-CONICET) y especialista en la temática, se encuentra en una suerte de "limbo". Pese a que desde 2001 hubo avances a partir de una discusión abierta, la ley promulgada en 2014 y la constitución de la provincia se contradicen. Mientras una no menciona la educación religiosa, la otra "garantiza" su enseñanza en todos los niveles.


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