jueves, 5 de abril de 2018

Docentes y estatales marcharon en protesta por el cierre de la paritaria por decreto en la provincia de Santa Fe

(Por Juan Carlos Tizziani, desde Santa Fe. Página 12, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 5 de abril de 2018)- Miguel Lifschitz se va a arrepentir de haber comparado la demanda por los salarios docentes con un regateo por "seis kilos de pan por mes". El efecto de la banalización recorrió ayer la calle en una marcha de diez cuadras de maestros, estatales y profesionales de la salud que impresionó por su convocatoria. Una multitud de más de 20.000 trabajadores, según estimó el secretario general de ATE Jorge Hoffmann. Y resonó después en la tribuna, frente al Centro Cívico, donde el gran interpelado fue el gobernador por su intento de cerrar las paritarias del sector público con un aumento del 18% (el 16,9% para los gremios) "a la medida de Mauricio Macri". La secretaria general de Sadop Patricia Mounier le contestó que "nuestra dignidad no vale seis kilos de pan. Nuestra dignidad vale un diálogo respetuoso, una paritaria libre y sin techo y un ámbito democrático de discusión". Hoffmann señaló la sintonía entre Lifschitz y Macri. Y la secretaria general de Ctera y Amsafé Sonia Alesso reveló un "acuerdo global" entre el gobernador y el presidente para ajustar a maestros, estatales y jubilados que "ya no aguantan los tarifazos y no llegan a fin de mes". Unos y otros le advirtieron a Lifschitz que el cierre unilateral de la paritaria y el descuento de los días de huelga no romperá el plan de lucha. "¡Acá no se rinde nadie!", arengó Mounier. "¡Nosotros no nos vendimos. Vamos a pelear. No al hambre, a la miseria!", cerró Alesso.
El paro de 24 horas de ATE vació ayer la Casa de Gobierno y la mitad del Centro Cívico. El de 48 horas de Amsafé y Sadop cerró las escuelas de la provincia. Y el de los  profesionales de Siprus y Amra ‑también por 48 horas‑ sólo dejó guardias mínimas en hospitales y centros de salud.
Los cinco gremios coincidieron en una marcha que sorprendió. Es la tercera ‑como ya ocurrió en el repudio al 2x1 a genocidas y el 8M‑ que una columna de maestros, estatales y trabajadores de la salud se extiende en las siete cuadras que separan la plaza del Soldado ‑el punto de arranque‑ hasta la Casa Gris. La movilización bordeó la plaza de Mayo que está alambrada desde hace un año por obras, renovó los cánticos contra Lifshitz al pasar por el despacho del mandatario y siguió hasta el Centro Cívico, donde se realizó el acto.
Hoffmann estimó la muchedumbre en "más de 20.000 trabajadores". La patrulla policial que seguía la protesta le dio la razón porque ante una consulta cerró el cálculo "entre 20.000 y 25.000" personas. El paso de la columna por la avenida Illia hasta el Centro Cívico frenó a los vehículos en el cruce de la calle Amenábar. Y allí saltó otro dato. ¿Cuánto tiempo tuvieron que esperar? "Media hora", contestó uno de los automovilistas. Así fue, el acto ya había comenzado con el primer orador y el final de la columna aún estaba frente a la Casa de Gobierno, a cuatro cuadras.
A la cabeza de la marcha se ubicaron Hoffmann, Alesso, Mounier y su compañero de Sadop Pedro Bayugar, la presidenta de Siprus María Fernanda Boriotti y los líderes de la CGT Santa Fe, Claudio Girardi y de la CTA José Testoni. Las columnas más numerosas era las de Amsafé (cinco cuadras), Sadop (dos) y ATE (otras dos) y seguían los trabajadores de Siprus, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Partido Obrero y otras expresiones de izquierda.
El retruque a la chicana de los panes  predominó en el acto. En primera fila, se levantó un cartel. "No soy rica, soy docente". Mientras miles le cantaban al gobernador. "¡Qué vergüenza que me das, mientras vos me hablas de panes, yo te hablo de dignidad!".
En los discursos, el hilo conductor fue la denuncia de un "acuerdo global" entre Lifschitz y Macri. Lo dijo la líder de Siprus: "El gobernador está alineado con el gobierno nacional para que los trabajadores paguemos el ajuste". Lo repitió Mounier: "Si Lifschitz quiere ser buen alumno y cumplir los deberes que le impone Macri, allá él", pero "está claro que hace lo mismo que Macri al imponer por decreto un aumento que fue rechazado por mayoría". Lo apuntó Hoffmann: "Lifschitz transita un camino que lo ubicará afuera de la historia de los partidos populares: rebajar salarios y sancionar a trabajadores que luchan por su dignidad es propio de un gobierno de derecha como el de Macri" que preside "un gobierno de oligarcas y garcas". Y lo planteó Alesso: "La causa del conflicto es que Lifschitz nos quiere imponer un aumento a la medida de Macri. Algunos dicen que eso tiene que ver con el Pacto Fiscal. Otros dicen que es un acuerdo político" para la reforma constitucional y la reelección del gobernador. "Nosotros decimos que los maestros, los estatales, los jubilados ya aguantan los tarifazos y no llegan a fin de mes. ¡No al hambre y la miseria!".

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