miércoles, 20 de diciembre de 2017

Ejemplos a seguir: Italia liquida los "pesebres escolares"

(Por Elisabetta Piqué, desde Roma. La Nación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 14 de diciembre de 2017)- Se vive una Navidad "políticamente correcta" este año en Italia. Algunas escuelas, para evitar "malestar en niños no católicos", decidieron no sólo que no se armara el tradicional pesebre navideño -costumbre aquí más que arraigada, que ha dado lugar a verdaderas obras de arte-, sino también, actos y cánticos navideños.

Este tipo de directivas suscitó varias rebeliones, con padres furiosos al enterarse de que sus hijos no iban a aprender típicos cantos navideñas. Una primaria de Vallo della Lucania, localidad de casi diezmil habitantes en provincia de Salerno, que decidió abolir el pesebre, hasta causó la reacción del alcalde. "Impedir la realización del pesebre artístico y no hacer los tradicionales actos de Navidad significa cancelar nuestra identidad", advirtió Antonio Aloia, que se hizo eco de la protesta de los padres.

"Le damos la bienvenida a una escuela intercultural, pero atacar los emblemas de la Navidad no garantiza el respeto de nada, no produce una escuela y una sociedad acogedoras e inclusivas. Los símbolos de nuestra fe y de nuestra tradición, como el del pesebre, no discriminan a nadie. Es inconcebible eliminarlos: así no se respeta el credo religioso de la mayoría de las personas", protestó Aloia, reclamando al instituto revertir una medida más que polémica, que fue adoptada en muchas otras escuelas de la península.

"Privar a una entera escuela primaria de la alegría de la Navidad es un fiel reflejo de un país que se está yendo a pique", comentó un padre, resumiendo un sentir generalizado.

El colmo de esta tendencia a hacer tábula rasa del pasado, de la historia y de la catolicidad de Italia -el país que hospeda en su territorio al Vaticano y al Papa- sucedió en una escuela de Milán que fue más allá y directamente censuró la palabra "Navidad", para no herir sensibilidades de quienes no la festejan. En un folleto que trascendió ayer, que causó escándalo, la escuela invitó a padres, alumnos y docentes a "la Gran Fiesta de las Felices Fiestas", un encuentro para brindar e intercambiar buenos deseos, el próximo domingo.

La virtual censura de la palabra "Navidad" volvió a inflamar los ánimos y hasta degeneró en controversia política. "Después de los pesebres, transformar la fiesta de Navidad en 'La Gran Fiesta de las Felices Fiestas' es una enésima absurdidad de quien, esclavo de lo políticamente correcto, piensa que censurar nuestras tradiciones y nuestra cultura pueda ser útil para la integración", clamaron, en nombre de los padres -que, una vez más, salieron a protestar-, dos consejeros comunales de Forza Italia, el partido de derecha del ex primer ministro y magnate, Silvio Berlusconi. "No es escondiendo nombres, símbolos y usos que vamos hacia la inclusión. Son decisiones sin sentido, típicamente de izquierda, que hacen enojar a los padres, crean divisiones y polémicas y arruinan el espíitu navideño", agregaron, pidiendo que se incluyera la palabra "Navidad" en el afiche.

Massimo Gramellini, editorialista del Corriere della Sera, comentó hoy, con amarga ironía, este último e incomprensible caso. "Existe un modo infalible para no ofender la sensibilidad de los demás y es dejar de tener una propia. Estamos llegando. En un mundo deslavado de no lugares y no identidades la única solución posible es la negación perpetua. No deseos de no Feliz Navidad a todos (y no)", escribió en su pirulo de primera página, titulado "No Feliz Navidad".


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