domingo, 20 de agosto de 2017

Alumnos y trabajadores toman el secundario de la Tupac Amaru en Jujuy

(Unión de Juventudes por el Socialismo. San Salvador de Jujuy, viernes 18 de agosto de 2017)- Estudiantes del Colegio Olga Aredez, de Jujuy, tomaron la institución en las primeras horas del 16 de agosto denunciando a la directora Marta Acuña (designada cuando asumió el gobierno de Gerardo Morales), que desde el principio de su gestión juega el rol de una nueva regimentación del colegio, para llevar adelante las políticas de ajuste y vaciamiento en la educación pública del gobierno nacional y provincial.

Los estudiantes indicaron que las medidas tomadas son en defensa de los reclamos de los preceptores (13 de ellos pretenden ser trasladados inmediatamente a otros establecimientos) y por el inmediato cobro de salarios de  docentes, porteros y demás trabajadores de la institución, que desde hace un año y medio no perciben sus ingresos –vale recordar que tanto el pago como la preservación de los puestos de trabajo fueron algunos de los compromisos principales del gobierno.

Otro reclamo muy sentido de los alumnos hacia la directora del colegio, es que la misma no autorizó aún la iluminación del canchón donde todos los años los mismos estudiantes construyen su carroza para participar de la tradicional Fiesta Nacional de los Estudiantes.

“No nos permiten utilizar el edificio con piletas y canchas, un predio que pertenecía a la Tupac Amaru y que nos prestaban a los estudiantes; ahora las actividades de educación física se realizan en aulas. También eliminaron la materia de Informática y clausuraron el aula con todo el material adentro (computadoras e impresoras), sin darnos la oportunidad de acceder  a aquellos estudiantes que lo necesitamos. Consideramos que estos ataques son parte de un vaciamiento de nuestro colegio: ahora quieren sacar a los preceptores, luego vienen por los porteros y después los profesores”, señaló Luciano, estudiante y delegado de 4° año.

Cabe destacar que esta comunidad educativa está atravesada por la regimentación política. Previamente, bajo el gobierno de Eduardo Fellner (PJ) y el auge de la Tupac Amaru, carecían de herramientas de organización y lucha independiente: los estudiantes tenían prohibido armar su propio centro de estudiantes, mientras que los docentes y demás trabajadores no podían agremiarse bajo ningún concepto, ya que “todos pertenecían obligatoriamente a la organización Tupac Amaru”. Morales y la Ministra de Educación Isolda Calsina aprovecharon para continuar esta regimentación bajo sus propios términos, con un particular desprecio y ninguneo a esta comunidad, por haber pertenecido la escuela a la organización de Milagro Sala.

El ataque a la educación pública se inscribe en un cuadro de ajuste brutal por parte de los gobiernos nacional y provincial. La miseria social de la provincia se manifiesta a su vez en altísimos niveles de desocupación (que se acrecienta entre la juventud) y en una gran masa de trabajadores ultra-precarizados, que llegan a cobrar entre $1000 y $3500 mensuales y no cuentan con obra social.

Organicemos el rechazo activo en las escuelas, terciarios y universidades. Defendamos el derecho al trabajo genuino bajo convenio y el acceso a la educación y la cultura de la juventud. Para defender a la educación pública, debemos luchar también de forma independiente de todos los bloques políticos que defienden una orientación social patronal –una lucha necesariamente ligada a una trasformación social de fondo, protagonizada por la juventud y los trabajadores. 


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