La presidenta de la FUA (Federación Universitaria Argentina), Josefina
Mendoza, militante de la oficialista Franja Morada, dio a conocer una
carta abierta dirigida a Roberto Baradel, secretario general de Suteba
(Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación de la provincia de
Buenos Aires), en la que se manifiesta contra el paro docente. Allí le
pregunta al gremialista si "frente a una discusión salarial que
todavía no termina, ¿le parece prudente o adecuado decidir una huelga?".
De manera insólita, la presidenta de un sindicato estudiantil le reprocha a los
docentes que lleven adelante una medida de lucha sindical.
Julián Asiner, presidente de la FUBA (Federación Universitaria de Buenos
Aires), respondió al texto de Mendoza con definiciones tajantes. A
continuación, reproducimos el texto completo de su réplica.
Por qué #YoApoyoALosDocentes
Mi respuesta, como presidente de la FUBA, a la carta de la presidenta de la
FUA
Mi nombre es Julián Asiner, nací en la ciudad de Buenos Aires, y también
como Josefina vengo de una familia que estudió y se formó en la escuela y en la
universidad pública. En mi caso, mis padres y mi hermana se recibieron en la
facultad de Medicina de la UBA, y yo lo hice en la facultad de Ciencias
Sociales. A diferencia de Josefina, que milita en Franja Morada -hoy integrada
a la coalición Cambiemos- yo lo hago en la Unión de Juventudes por el Socialismo,
la juventud del Partido Obrero que integra el Frente de Izquierda.
Debo decir que mi opinión está en las antípodas de la de Josefina, y puedo
afirmar, por mi propia experiencia, que su ataque público a la lucha docente no
representa a la mayoría de los estudiantes de este país. Su carta reproduce los
clichés que todos los gobiernos utilizan a la hora de hambrear a los docentes
-"si luchan van a perjudicar a los chicos". Josefina, que quiere
deslegitimar la lucha docente asociándola a una campaña electoral del
kirchnerismo, no se detiene a pensar que esos argumentos son exactamente los
mismos que utilizaba, hasta hace pocos meses, la ex presidenta Cristina
Kirchner a la hora de defender, ella también, los salarios de hambre para los
docentes durante su gobierno.
En efecto, la degradación de la educación pública es un proceso que viene
desde lejos. Pero no es, como deja entrever Josefina, culpa de los docentes. Al
revés, ellos son, junto a los estudiantes, los primeros perjudicados, porque
sufren esa degradación a través de jornadas extenuantes, flexibilización
laboral y condiciones de trabajo ultra-precarias (colapso edilicio, falta de
materiales, etc.). Con su esfuerzo cotidiano, los docentes son los únicos que
le ponen un freno a una degradación que es consecuencia de una política
consciente del Estado, que apunta a favorecer el negocio de la educación a
partir del retroceso de la pública y los subsidios millonarios a la privada. En
la aplicación de esa política, debe admitir Josefina, kirchneristas y macristas
marchan de la mano, el propio ministro Bullrich lo reconoció al elogiar la ley
educativa del kirchnerismo.
La presidenta de la FUA apunta a Roberto Baradel por una razón muy
sencilla. Sabe que la desprestigiada burocracia sindical kirchnerista es el
punto más débil del movimiento docente. Los docentes son los más conscientes de
este problema, y por eso votaron conducciones de izquierda, clasistas, que van
desde los SUTEBA de La Matanza y La Plata hasta la conducción de AGD-UBA (Asociación
Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires) y la Conadu Histórica
(docentes universitarios), pasando por la propia provincia de Santa Cruz, donde
el encarnizamiento de Alicia Kirchner contra los trabajadores de la educación
bate todos los récords.
Como presidente de la FUBA -que hace ya 15 años fue recuperada de otra
burocracia, en este caso estudiantil, la de la corrupta Franja Morada- rechazo
la carta de la presidenta de la FUA. La Junta Representativa de nuestra
Federación, que se reunirá en estas horas, convocará a todos los estudiantes
del país a organizar asambleas en sus facultades y colegios para debatir la
crisis que afecta a la educación y soldar un lazo de unidad con nuestros
docentes en lucha. El primer paso para comenzar a revertir la degradación
educativa es acceder al reclamo de un salario inicial de 15 mil pesos para
todos los docentes del país (véase que, después de años de miseria salarial, la
exigencia es más que modesta: apenas apunta a cubrir la "canasta de
pobreza").
El gobierno de las cuentas en Panamá y el Correo Argentino no tiene
autoridad para negarle este reclamo elemental a los docentes. Para frenar el
retroceso de la educación es necesario dar vuelta atrás con años de leyes
privatistas y volver a nacionalizar el sistema educativo. Necesitamos una
educación laica, científica y gratuita en todos los niveles, con acceso
irrestricto y un presupuesto acorde. Y esa responsabilidad le cabe al Estado
nacional. Mal que le pese a los trolls macristas y sus aliados en la
FUA, en esta lucha docentes y estudiantes vamos a estar unidos.
Julián Asiner, presidente de la FUBA
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 1 de marzo de 2017
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