sábado, 3 de diciembre de 2016

Reapertura de las paritarias y un aumento de emergencia ¡ya!: enfrentemos el decretazo de Horacio Rodríguez Larreta que modifica el puntaje por cursos

 El sueldo inicial de un maestro de grado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (y sus equivalencias en horas cátedra y otros cargos) es de 11.372 pesos y quedó por debajo de la línea de pobreza. La paritaria docente de 2016, acordada con todos los sindicatos excepto Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior), implica una pérdida salarial de entre el 10 y 15 %, lo que muestra a las claras la intención del gobierno de descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. A esto se le suma el impuesto a las ganancias, que confisca el salario a un porcentaje cada vez mayor de docentes. Nuestro salario no alcanza: el achatamiento de la escala salarial hace que durante los primeros diez años de trabajo ganemos exactamente lo mismo: eso se lo debemos a los acuerdos que el resto de los sindicatos negociaron con el gobierno.

El macrismo se vale de la burocracia sindical que dirigen UTE-Ctera (Unión de los Trabajadores de la Educación) y UDA (Unión de los Docentes Argentinos), entre otros, en Capital Federal, como de la CTERA (Confederación de los Trabajadores de la Educación de la República Argentina) y el resto de las centrales sindicales nacionales para hacer pasar el ajuste, fijando una paritaria nacional por debajo de la línea de pobreza, con un sueldo “inicial” en torno a los 9.000 pesos. Esto no solo ocurre con los docentes, sino que el resto de los trabajadores padecemos la tregua de las burocracias de las CGT (Confederación General del Trabajo) y las CTAs (Central de los Trabajadores Argentinos).

El crecimiento de la deuda, la recesión, los despidos masivos solo agravaron la crisis, creando una perspectiva aún peor y ya algunos sectores del gobierno anuncian una nueva devaluación, más inflación y tarifazos, lo que implicaría un nuevo recorte a nuestros salarios.

En este escenario, la lucha por la reapertura de las paritarias es clave para enfrentar el ajuste.

Cambios en el puntaje: otro ataque contra el estatuto docente en el marco del “Operativo Aprender 2016”.

El ajuste de Cambiemos no solo apunta a reducir los ingresos de los trabajadores y profundizar nuestra explotación en beneficios de las distintas patronales. Además, el gobierno se propone una avanzada flexibilizadora sobre diversas condiciones y convenios laborales. La perspectiva de una nueva “Reforma Laboral” es compartida por el gobierno con las diversas cámaras empresariales y organismos internacionales, además de contar con el beneplácito de distintos bloques patronales. Los docentes no estamos a salvo de estas reformas. Siguiendo los lineamientos sobre la “formación continua” que surgen de la Ley Nacional de Educación del 2006, el jefe de gobierno porteño Rodríguez Larreta pretende cambiar por decreto el estatuto docente. En este caso, se propone impulsar la caducidad del puntaje que otorgan los cursos de “capacitación”, y que carreras y posgrados deban revalidarse cada cinco años, cambiando también el tope de su puntaje, que pasará de 0.6 a 1.8 por año.

Esto constituye otro ataque en la dirección de la evaluación educativa que impulsa el gobierno, que tiene como objetivo la introducción del salario por “mérito” y la precarización de las condiciones laborales, con la complicidad de la burocracia sindical que se beneficia con el cobro de las “capacitaciones” de nulo nivel académico que comercian desde sus sindicatos.

En este escenario, se torna urgente la organización de las y los docentes en cada una de las escuelas para dar la pelea contra el deterioro de nuestras condiciones de trabajo. Porque nuestro bolsillo no puede esperar a marzo.  Porque necesitamos impulsar un plan de lucha ya, vení a la asamblea abierta del lunes 5 de diciembre.


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