Finalmente fueron miles
de trabajadores los que marcharon y bloquearon la puerta del Ceamse
(Coordinación Ecológica del Área Metropolitana Sociedad del Estado) en el
kilómetro 29. Fue allí, en González Catán, partido de La Matanza, el lunes 30
de octubre de 2006, exigían el cierre definitivo del basural.
Según recuerdan quienes
´participaron y quienes no pero viven en la zona, las maestras y los
estudiantes levantaban las clases para marchar al corte; los comerciantes hicieron
llegar incontables bidones de agua y alimentos para sostener la medida. Casi
todas las noches hubo improvisados festivales musicales de solidaridad con una
gran concurrencia de jóvenes. Casi todos los días se realizaron multitudinarias
asambleas para discutir y resolver cómo la seguían,
Iban a ser tres
jornadas, pero decidieron continuar frente a la calma chicha y las excusas del
gobernador Felipe Solá, y del intendente Alberto Ballestrini. La intendencia
había declarado entonces la “emergencia
sanitaria”, porque los desechos no podían ingresar en el basurero y se
acumulaban en los camiones. En la madrugada del 3 de noviembre se desató la
represión y la policía se llevó detenidos a varios manifestantes, en su mayoría
militantes piqueteros.
No vamos a aflojar
justo ahora, se decían unos a otros mientras se congregaban frente a la comisaría
para que exigir que larguen a los “demorados” y organizaban una nueva
manifestación; tenemos que terminar de una vez con todas con el humo negro que
se adueña de todo, y ese olor a mierda. Aquellos sucesos ya forman parte de la
historia del barrio, y el reclamo sigue vivo.
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