Alguno le sopló el
dato o le llegó un mensaje electrónico, entonces buscó y encontró el blog que lleva por título Talleres de Semio inmemoriam. Sólo una página más una foto melancólica, que resumen: “con profundo
pesar, debemos poner en conocimiento de la comunidad académica y del país todo
que los Talleres de Lectura y Escritura de Semiología del Ciclo Básico Común de
la Universidad de Buenos Aires han dejado de existir. El hecho ocurrió el lunes
11 de julio del corriente cuando, después de resistir variados embates,
mortales organismos dejaron sin vida al proyecto que recién había cumplido
veinticinco años...”.
Mientras observa la
escarapela de luto arriba, sobre el rincón izquierdo, se dice que podría sumar
mil anécdotas acerca del asunto. Como cuando le tocó coordinar esa tarea mientras dictaban clases en un subsuelo de la calle Uriburu, enfrente de la Facultad de
Medicina, que alguna vez había sido una morgue. En ese entonces, como
la universidad no designaba a los docentes en sus respectivos cargos, él era el encargado de
distribuir los dineros que obtenían como porcentaje de la venta de los
cuadernillos de la materia. Todo lo llevaba prolijamente anotado en un cuaderno
viejo que, seguramente, distaba más de los requerimientos de la AFIP que la contabilidad
de la familia Kirchner. En fin.
Su memoria se llena de
flashes, pero no tiene ganas de escribir; los recuerdos cargan la misma
melancolía que esa carilla de la internet. Se dedica a leer los comentarios,
son treinta y cuatro. El primero es un escueto y anónimo ¡Los vamos a extrañar!.
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