(Ademys, Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, martes 12 de julio de 2016)- El sueldo no alcanza,
necesitamos la urgente reapertura de la mesa salarial.
Durante el primer
semestre de este año los y las docentes de la Ciudad hemos comprobado que el
aumento salarial de principios de año está desvalorizado en relación al aumento
de la inflación y del costo de vida.
Una serie de medidas
que ha implementado el gobierno a nivel nacional dejan en evidencia a favor de
quiénes juega, y que nuestro salario no alcanza. La quita de retenciones a la
minería y el agro, la devaluación de la moneda en un 50%, el re-endeudamiento
externo, entre otras medidas que beneficiaron al gran empresariado local y
extranjero, son la contracara del aumento brutal en las tarifas de transporte,
luz, gas, agua y nafta, de los más de 200.000 despidos y suspensiones, el
aumento de la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, y el preocupante
aumento de la cantidad de pobres e indigentes en nuestro país. Según el
gobierno, teníamos que aguantar estos golpes por los primeros meses, luego todo
mejoraría para los trabajadores y las trabajadoras. El adelanto del aguinaldo a
los docentes porteños como un paliativo para que aguantemos un poco más, da fe
de ello.
Pero parece que el
segundo semestre ya llegó, hace rato. El mismo gobierno reconoció lo evidente y
afirmó que las mejoras no llegarán pronto.
Lo vivimos en carne propia con los
sueldos que no alcanzan para lo esencial, como por ejemplo, hacer frente a los aumentos
de precios en alimentos, medicamentos, alquileres, transporte o servicios como
gas, agua y luz. El panorama no es alentador para el conjunto de los
trabajadores y las trabajadoras. Se estima que la inflación irá en aumento,
llegando a cerca del 40% a fin de año. El salario de los y las docentes está
estancado en un 25% que ya vimos que no nos alcanza, y su composición contiene
otros problemas; la primera cuota fue en negro en su totalidad, se agudiza el
achatamiento de la escala salarial, el no aumento a partir de la hora 40 o el
tercer cargo, se incrementan los descuentos por el impuesto al salario
(ganancias). Ese acuerdo totalmente desfavorable para el conjunto de la
docencia fue avalado por todos los sindicatos de la Ciudad, excepto por Ademys,
haciendo oídos sordos a una importante cantidad de docentes de las bases que no
se contentaban con esas migajas. La docencia no puede vivir con salarios
promedio que apenas superan $300 diarios. Los sindicatos que aceptaron el
actual acuerdo, ya sea con su aval explícito o con su pasividad y silencio, le
deben explicaciones a los trabajadores.
En septiembre
cobraremos la segunda cuota del acuerdo, pero tampoco alcanzará a cubrir la
inflación que, según el propio gobierno en sus mediciones oficiales, no será
inferior al 35-40 % anual. Es por ello que debemos exigirle al gobierno
macrista de Larreta y la ministra Acuña la reapertura de paritarias, retomando
el pliego que como Ademys presentamos en la Mesa Salarial de febrero: salario
igual a la canasta familiar, no menos de 40% de aumento para todas las escalas
y categorías, todas las sumas en blanco, en una sola cuota, retroactivo a
enero, y la indexación mensual para enfrentar la inflación. Así como también
debemos dar la batalla contra el avasallamiento en general sobre la escuela
púbica que expresa la gestión de la actual ministra Soledad Acuña, que no es
más que una continuidad con las políticas educativas de Bullrich, expresados en
el aumento de la injerencia de ONGs privadas en nuestras escuelas, el impacto
regresivo en derechos laborales a partir de la implementación de la NES, el
aumento de la precarización laboral, la eliminación de las elecciones de Juntas
de Clasificación Docente, la creación de un instituto evaluador externo y
disciplinador sobre la docencia, los problemas edilicios, la falta de vacantes
y de EOE, entre otros. Una mención especial merece la persecución a los que
luchan, que se da a nivel nacional, y que en CABA cobra relieve en el sumario a
nuestros compañeros de Primera Infancia por reclamar lo que corresponde.
Los docentes reclaman
unidad, pero para la lucha
La situación actual da
cuenta de la necesidad de organización del conjunto de la docencia, desde las
escuelas y las calles, en defensa de nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras
de la educación y frente a la vulneración de derechos de los niños, niñas y
adolescentes. Desde Ademys hemos sido consecuentes: rechazamos y enfrentamos
desde un primer momento el actual acuerdo, y para demostrarlo convocamos a
movilizaciones y a paros, entre otras medidas de lucha. Entendemos que para
lograr ponerle freno a las actuales medidas ajuste, es preciso una gran
movilización y medidas de fuerza unitarias. Pero la unidad que necesitamos, es
la unidad para la lucha, una unidad en defensa de la educación pública, por
nuestro salario y condiciones de trabajo y no la unidad para conformarnos con
migajas que ofrece el ministerio y que muchas entidades aceptan mansamente.
Convocamos de manera pública al conjunto de la docencia y al conjunto de los
sindicatos a discutir un paro para frenar el ajuste en curso. Organicemos en
nuestras escuelas y distritos asambleas para construir un plan de lucha entre
todos y todas, en defensa de la educación pública.
Urgente reapertura de
la mesa salarial para discutir el reajuste del salario y aumento salarial de emergencia al 1 de agosto.
Por un salario igual a
la canasta familiar por un cargo.
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