(Por Róger Sánchez. La Directa, Barcelona, viernes 4 de diciembre de 2015)- El referéndum sobre el 3 + 2 quiere suponer un punto de inflexión en la lucha contra la privatización de la universidad, “heredera de la lucha contra el Plan Bolonia” y con la intención de continuar este polvo con más movilizaciones.
El referéndum sobre la reforma del sistema universitario conocida como 3 + 2, organizado desde la comunidad estudiantil, ha alcanzado el 26,6% de participación. Eso son once puntos porcentuales más que en las últimas elecciones al rectorado y “la cifra más elevada jamás alcanzada en cualquier convocatoria electoral en la UAB”, en palabras de Mar Ampurdán, estudiante de primero de Derecho y miembro de la Asamblea de Ciencias Jurídicas y el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC).
Más de un centenar de personas posibilitaron la celebración del referéndum ejerciendo como presidentas de mesa y vocales.
Ampurdanés ha formado parte de la comisión técnica que ha coordinado el evento en todo el campus.“Hemos movilizado más de un centenar de personas para hacer de presidentes de mesa y de vocales”, aparte de hacer turnos “de agitación y propaganda” y tener a punto todo el mecanismo de votación y de recuento de votos. La jornada se ha desarrollado “sin incidencias” y ha alcanzado el 95,8% de votos favorables a la paralización del 3 + 2.
Dani M. Tubau, estudiante de Ciencias Políticas desde hace tres años y miembro de la Asamblea de Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, hace hincapié en el porcentaje de participación. En las elecciones al rectorado de 2002, la participación estudiantil fue del 2,41%; en 2005, del 6,42%; en 2008, del 8,20%; y en 2012, del 15,2%. Para Tubau, “la validez de los resultados es total; las enormes datos de participación, los mecanismos de garantías democráticas y la incontestable victoria del Sí a la paralización del 3 + 2 nos avalan para llevar adelante la lucha por la educación pública”. Tubau resalta “la profunda falta de legitimidad democrática con que el rector Fernando Sancho y su equipo de gobierno hacen y deshacen en la Universidad Autónoma” y subraya la “la incapacidad de las instituciones” para representar las estudiantes que, en su opinión, son “ignoradas y olvidadas” en la toma de decisiones dentro de la universidad. Entiende que esto potencia “toda acción que tenga como objetivo levantar la voz de los estudiantes”. Sancho es el responsable, entre otros, de la criminalización del movimiento estudiantil, organizado solidariamente a través de la plataforma 27 y más para hacer frente a la represión.
Referéndum autoorganizado para avanzar en la lucha
“No es que haya una falta de entendimiento entre las instituciones de gobierno y los estudiantes, es que sencillamente no se nos ha escuchado”, exclama Marc Comerma, estudiante del grado de Historia y miembro de la Asamblea de Letras y del SEPC. “8324 estudiantes han votado Sí en el referéndum y esto no se puede obviar. Queremos paralizar el 3 + 2 y abrir un proceso democrático de debate”. Destaca que hace más de un año que se movilizan convocante manifestaciones, huelgas, presentando mociones al claustro, organizando debates para valorar alternativas, etc. En esta línea, Ampurdán denuncia que el 3 + 2 conllevará “cambios en la financiación y la gobernanza en detrimento del acceso de las clases populares en la universidad y hacia una menor participación de las estudiantes en los órganos de decisión”.
“Con estos resultados, iremos al rectorado y las facultades para exigir que se acaten y esperar un posicionamiento de las instituciones.”
Tubau destaca que, a pesar del apoyo de algunos decanatos y la ayuda para obtener los censos y las urnas, “la respuesta por parte de la UAB es el silencio”. Ampurdanés asume que los resultados no son vinculantes, “pero tienen un gran papel a la hora de hacer presión”. Comerma asegura: “Con estos resultados, iremos al rectorado y las facultades para exigir que se acaten y esperar un posicionamiento de las instituciones”. Explica que su voluntad es sentarse con la administración de la UAB para abrir un proceso democrático de debate sobre cuál es el mejor modelo de educación. “La pelota está en su tejado, nosotros hemos votado y hemos decidido, ahora tendrán que mover ficha”, afirma.
Tubau tiene claro que “la lucha no se acaba marcando un Sí en una papeleta, la lucha se gana en las aulas, en los pasillos de las facultades, en las calles” y acompañadas del profesorado y el Personal de Administración y Servicios (PAS) . Las movilizaciones continuarán en un futuro. “Si no tienen voluntad de diálogo, seguiremos movilizándonos día tras día”, afirma Comerma. Sólo durante el año pasado, Ampurdán destaca la convocatoria de dos huelgas y un corte de las vías de los Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC), entre otras movilizaciones y acciones.
El referéndum de la UAB, organizado desde la Coordinadora de Asambleas de Facultad (CAF), no será un caso aislado geográficamente. Otras universidades de los Países Catalanes también se están organizando para hacer nuevos referendos, que se espera que se celebren desde ahora y hasta finales del mes de enero.
¿Qué es el 3 + 2?
Para Ampurdán, el 3 + 2 es “el último ataque a la universidad pública y un paso más hacia su mercantilización y la privatización”. La reforma supone el paso de cuatro años de grado tres, por un lado, y la ampliación del máster de dos años, por el otro. Esta reforma conllevará la obligatoriedad de la mateixade cursar un máster, “ya que los contenidos trabajados al grado serán generalizados y insde la mateixauficients”. Encarecerán los estudios, dado que el precio del crédito del máster es mucho más elevado, aparte de tener una gran parte de la oferta en el sector privado “.
Tubau hace hincapié en haber roto el silencio mediático. “Un curso antes de que se planteara la aplicación definitiva del 3 + 2, ningún medio de comunicación ni ninguna consejería o ministerio hablaban”.Entiende el 3 + 2 como un paso más dentro de la Estrategia Universitaria 2015 (EU2015), un plan de reformas universitarias a escala europea. Para Tubau, esta es la última de una serie de medidas “enfocadas a privatizar la universidad; esta lucha es permanente desde antes de Bolonia y nos sentimos sus herederas”.
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