martes, 9 de diciembre de 2014

Ante el documento de la formación general de la Nueva Escuela Secundaria porteña: últimas noticias de una reforma antieducativa

Días atrás, las escuelas medias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) conocieron la estructura curricular definitiva establecida por el gobierno para la formación general de la NES. El documento lleva fecha 5 de noviembre y se presenta como “versión final realizada en las consultas”.
Tampoco esta vez el gobierno exhibe justificación pedagógica alguna de esta estructura, ni informa a qué “consultas” se refiere la presentación. Tal como vienen demostrando desde el año 2012 en que comenzaron las jornadas, el macrismo se niega a escuchar y dar lugar a las propuestas y reclamos que se realizan desde las escuelas. Por lo tanto el material de la formación general está muy lejos de un diseño curricular realizado con aportes de los docentes. Se trata, en realidad, de una “adecuación” del currículum a las exigencias federales (aprobadas por el macrismo en el Consejo Federal de Educación) que trae aparejado un fuerte recorte de horas en asignaturas de la formación común de la escuela media. Afecta especialmente a Historia y Geografía pero, también, a Ciudadanía, Psicología y Artes; a Matemática y Lengua en algunos años, y Ciencias Naturales en relación con algunos de los bachilleratos hoy vigentes.

Sólo en el nuevo 3º año (que, para “adecuarse” a la Resolución 84 del CFE, debe ser “orientado”) la pérdida de horas de formación general en relación con el de ciclos básicos vigentes muy difundidos (CBU y CBE) asciende a entre 6 y 8 horas por cada sección. Y en 4º y 5º año varias asignaturas se han reducido a 2 horas semanales. Tal como venimos alertando, será muy alto el recorte en la enseñanza de disciplinas clave en la formación integral de adolescentes y jóvenes, y de horas y cargos docentes.

Junto con el empobrecimiento de la formación de los estudiantes, se produce una pérdida de fuentes de trabajo ya que, como denunciamos desde un primer momento, la resolución 2360/13 de supuesta estabilidad laboral no protege a los numerosos docentes que perderán sus horas o verán precarizado su trabajo. En este mismo sentido, la estructura presentada mantiene los “Espacios de Definición Institucional” (EDI), reiteradamente cuestionados por las escuelas en las jornadas institucionales y reuniones por orientación por la precarización laboral que conllevan, por ser espacios “a término” y con docentes designados de manera discrecional por las autoridades de cada escuela.

El Ministerio anunció además que cerrará y comunicará, a fines de noviembre, la formación específica del ciclo orientado. Pero, ya iniciado diciembre, no se han dado a conocer tales diseños. Las reuniones que se realizaron por orientación durante 2014 demostraron ser, lo mismo que las jornadas, otra forma de cerrar diseños centralizadamente, bajo una mascarada “participativa” pues las propuestas realizadas por la docencia en esos espacios tampoco fueron tenidas en cuenta.

Las reuniones se cerraron en el mes de noviembre con encuentros en el Ministerio de Educación donde representantes de la Dirección General de Planeamiento y de la Gerencia Operativa de Curricula, en muchos casos procedentes de la educación privada católica y sin experiencia docente en la educación pública, simplemente expusieron a los representantes de escuelas los diseños allí realizados, sin explicar las razones por las que no se consideraron las opiniones y aportes de los especialistas de cada orientación, que no acostumbran transitar ministerios ni universidades privadas en Puerto Madero pero trabajan, todos los días, en las escuelas públicas de la Ciudad.

Desde el Gobierno informan también que se está elaborando una nueva norma “flexibilizadora”, similar a la resolución 1505/14 del ciclo básico, para que cada escuela elabore su “proyecto curricular institucional” ejerciendo “autonomía” pero, eso sí, “en el marco de los recursos existentes en cada institución”. La experiencia de las “escuelas pioneras” demostró que la apelación macrista a la “autonomía” es puro discurseo ideológico que oculta ajuste y cesantías docentes, único efecto de la NES hasta ahora conocido por las escuelas públicas. Baste señalar que a las EEM no se les permitió ninguna “flexibilidad” ni “autonomía” para preservar sus parejas pedagógicas en Tecnología; al contrario, el gobierno mantuvo a rajatabla las reducciones horarias y cesanteó docentes.

Aquellas medidas no entrañan beneficio alguno para las escuelas públicas, pero son exigidas por la educación privada y el Arzobispado de la Ciudad para negociar mayores subsidios o aumentar sus aranceles, “flexibilizar” la contratación de docentes y dictar, en un nivel obligatorio de la enseñanza, educación religiosa y otros espacios acordes con sus intereses. Por eso el gobierno las sostiene autoritariamente y, de paso, expande flexibilización y precarización a las escuelas públicas.
Los avances conocidos de los ciclos orientados anuncian que esa tendencia se profundizará, con la perversión adicional de responsabilizar a las escuelas por el ajuste, mediante “proyectos curriculares institucionales”. A los recortes de horas se sumará que directivos y supervisores definirán según sus criterios cómo se conformarán las asignaturas “orientadas”, lo cual profundizará la fragmentación educativa y la discrecionalidad antiestatutaria en las designaciones docentes.

Con el cierre presuroso de la NES el gobierno busca aprobar rápidamente las normas para implementarla en toda la educación secundaria de la Ciudad. Quiere así completar su modelo educativo privatista con gerenciamiento escolar, degradación de la enseñanza, atomización del sistema público y evaluación externa que, conjuntamente con cesantías y precarización laboral, disciplinen y subordinen el trabajo docente y la enseñanza a “estándares” a medida del sector privado y la Iglesia, a quienes Bullrich entregó el diseño y control de las políticas educativas de la Ciudad.
Mientras los funcionarios “bajan” resoluciones y cajas curriculares inconsultas, las escuelas de la ciudad siguen sufriendo la falta de inversión en infraestructura. Recientemente hubo problemas graves en dos establecimientos. En el Normal 4 –que comparte el espacio con el Liceo 2, “escuela pionera”– una puerta de un aula cayó sobre una docente. En el Comercial 8 –que comparte edificio con el Normal 7, también “escuela pionera”– un ventilador cayó al piso mientras se desarrollaba una clase, hiriendo a tres alumnos. Es significativo que esto haya ocurrido en edificios donde funcionan escuelas a las que el gobierno prometió mejoras edilicias a cambio de implementar la NES en 2014. Demuestra la desidia que el Gobierno de la Ciudad tiene hacia estas cuestiones, mientras habla de “calidad educativa” sin solucionar las condiciones materiales en las que enseñamos y aprendemos todos los días.

Desde hace dos años, docentes y estudiantes nos hemos organizado en contra de esta reforma. Los estudiantes tomaron escuelas y realizaron marchas exigiendo la realización de las jornadas. Los docentes nos organizamos en asambleas autoconvocadas, realizamos manifestaciones, petitorios, radios abiertas, llevamos la discusión a cada una de las jornadas, logramos la inclusión de nuevas orientaciones. Hicimos todo eso convencidos de que quienes estamos en las escuelas conocemos mejor que nadie qué cosas es necesario modificar para mejorar realmente la escuela pública. Ninguna de nuestras propuestas fue escuchada. Venimos pidiendo se suspenda la aplicación de esta reforma porque entendemos que, tal como está planteada, no mejorará sino que empeorará la calidad de la educación y nuestras condiciones laborales.

En este sentido, apoyamos el pedido del diputado Alejandro Bodart (MST) para que el Ejecutivo presente informes sobre los aspectos regresivos de esta reforma y las medidas previstas para anularlos resguardando la integridad de la educación media y los derechos de estudiantes y docentes, lo mismo que el proyecto del diputado Marcelo Ramal (FIT) para suspender esta reforma, al menos por dos años. Reclamamos a las fuerzas políticas que se presentan como opositoras al PRO y comprometidas con la educación pública que impulsen el tratamiento urgente de estos proyectos. Lo que estas políticas del macrismo buscan liquidar es la educación pública, estatal, universal, laica y gratuita en la Ciudad.

Por todos estos motivos, se torna imprescindible organizar la mayor unidad de acción de estudiantes y docentes para frenar este proceso.

Comisión de Media – Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior)


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