martes, 27 de mayo de 2014

Jóvenes artistas: ¿resistencia, recursos para sobrevivir en un capitalismo excluyente, autoempleo con autoexplotación?

En la última entrega de la revista Ñ, la especialista Ana María Battistozzi publica un interesante artículo llamado “Qué es hoy una feria de arte contemporáneo”, motivada por el comienzo de una nueva edición de arteBA, “una feria ‘bienalizada’ donde las galerías ceden ante la moda”. (Se puede leer completo aquí.)

En un recuadro que acompaña al texto central -“Arte y economía: ¿imaginarios de corto plazo?”- se subrayan tres rasgos que caracterizan notoriamente al fenómeno artístico en la actualidad. El tercero de ellos, “Innovación en la precariedad”, se acerca críticamente a ciertos lugares comunes que iluminan las prácticas novedosas de los jóvenes artistas para, consciente o inconscientemente, ocultar las oscuridades. Copiamos un párrafo:

La explosión de nuevos términos –emprendedores, trendsetters, pymes culturales– evidencia desde hace 20 años la necesidad de los investigadores de nombrar las prácticas innovadoras de movimientos juveniles en el Reino Unido (Angela McRobbie); España (Jaron Rowan), Madrid y México (Francisco Cruces, N. García Canclini, Maritza Urteaga) entre otros. Los economistas atribuyen a las “industrias creativas” y los emprendimientos independientes ser un nuevo motor del desarrollo en sociedades posfordistas. Los antropólogos vemos la creatividad junto a la precariedad de los artistas jóvenes y la inseguridad de sus lazos sociales. Se acomodan a trabajos inestables, combinan recursos públicos y privados, formales e informales. Son cosmopolitas, versátiles para desempeñarse en oficios diversos, trabajan en efímeros proyectos grupales sin ilusiones de hacer carrera. ¿Qué sociedad está creando este capitalismo de especulación y burbujas con estas generaciones sin perspectivas? –preguntaba hace más de una década Richard Sennet. Las innovaciones más atractivas de estos jóvenes son agruparse en redes autogestionadas y superar el maniqueísmo de quienes juzgan piratería todo lo que no paga copyright. Su apuesta a crear recreando lo preexistente –prosumidores como los dj– sostiene la idea del procomún: las creaciones y herramientas a libre disposición de quienes deseen usarlos. ¿Resistencia, recursos para sobrevivir en un capitalismo excluyente, autoempleo con autoexplotación?


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