viernes, 30 de agosto de 2013

Los venenos jujeños


Los maestros del establecimiento número 21 de la localidad de Santa Ana, provincia de Jujuy, cuentan que el traslado a la escuela se hace en colectivos que están en pésimas condiciones. Dicen que cada viaje demora la increíble cantidad de seis o siete horas; si a esa situación se suman las pésimas condiciones de los camino, se entiende por qué todos bajan molidos de los buses y la enseñanza y el aprendizaje se vuelven tareas imposibles.

Así, una mañana dirigentes del sindicato y un buen grupo de docentes se arrimaron a la sede de la Dirección General de Administración y Finanzas del Ministerio de Educación, para entrevistarse con el responsable del área, con la finalidad de encontrarle la vuelta a la insoportable situación. No querían recibirlos, de modo que se cortó la calle y se prendieron fuego un par de neumáticos.


Entonces, una cantidad desproporcionada de policías cargó contra los manifestantes con palos y gases lacrimógenos, y apagó las gomas que se incendiaban. La represión generó la bronca de los manifestantes, quienes reclamaron inmediatamente la presencia del Ministro de Educación de la provincia, Rodolfo Tecchi. Con gritos opacados por la tos una maestra preguntaba al cielo por qué el gobierno no gasta la plata en cosas más necesarias y útiles que los venenos.


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