sábado, 1 de junio de 2013

Rechazo de la comunidad educativa al Instituto de Evaluación que impulsa el gobierno de Mauricio Macri


La Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA), de la ciudad autónoma de Buenos Aires, rechaza el proyecto de ley que pretende crear un ente autárquico de evaluación del sistema educativo presentado ayer por Mauricio Macri.
Bajo el engañoso argumento de mejorar la calidad educativa, el Jefe de Gobierno, pretende aplicar en las escuelas de la Ciudad una evaluación estandarizada, individualizante y vinculada a ránkings tal como lo planteaban las políticas neoliberales con probadas muestras de fracaso.
Por eso quiere crear un Instituto de Evaluación externo al proceso educativo para que las consultoras internacionales hagan negocios con la educación de los porteños.
En lugar de invertir ese dinero en nuevos jardines maternales y de infantes, en infraestructura escolar, crea un ministerio paralelo que pretende poner a cargo de Silvia Montoya.
Los docentes, lejos de oponernos a la evaluación educativa, estamos convencidos de que evaluar es necesario para transformar. Una educación para todos y todas, que logre ampliar los horizontes de derechos de los sujetos y sus capacidades de intervención plena en la vida tanto individual como colectivamente concibe a la evaluación como parte del proceso educativo y no como una intervención externa a este.
El neoliberalismo en educación ya fracasó, como lo demuestra la experiencia chilena. Pero Macri está empeñado en hundirnos en ese fracaso.
Abandonando hasta la más mínima visión de la educación como derecho social el ministro Esteban Bullrich tuvo el desparpajo de afirmar que: “Si la escuela mejora un 10% con respecto al año anterior podemos darle una nueva biblioteca. Si mejora un 20%, los chicos del séptimo grado podrían viajar a Bariloche”.  El acceso a bienes culturales o a instancias de recreación son aspectos distintos del derecho a la educación que deben ser garantizados por el Estado y no utilizados como premios y castigos sobre la base de mediciones descontextualizadas.


Es responsabilidad del Ministerio de Educación asegurar las mejores condiciones para que en todas las escuelas los docentes puedan enseñar y los alumnos puedan aprender. Además, existe suficiente información respecto del funcionamiento del sistema educativo y que el problema no es generar más, sino hacer algo con la información que ya se dispone.
El pasado 13 de mayo se realizó en el Salón Montevideo de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una “Jornada por una evaluación participativa y democrática” de la que participó la UTE junto a Asociaciones de padres, profesionales, estudiantes, Institutos de Formación Docente, Legisladores de casi todos los bloques, Universidades y otras Organizaciones sindicales, para expresar el rechazo a este proyecto.
Por si quedaran dudas de la filiación neoliberal de este proyecto, Macri piensa poner al frente del Ente a su principal impulsora, Silvia Montoya. Se trata de una ex investigadora del tanque de pensamiento neoliberal conocido como Fundación Mediterránea, ex funcionaria del también neoliberal Juan José Llach cuando este fue Ministro de la Alianza, integrante de los equipos técnicos de Domingo Cavallo, esta Licenciada en Economía escribió en 1999 que el salario y la estabilidad laboral de los docentes debían estar atados a pruebas de rendimiento. En ese mismo libro, Educación para todos, defendió la experiencia de las escuelas charter. Además, el año pasado publicó un ránking  por comunas de las escuelas porteñas.

 NO A LA TERCERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN.
 EVALUAR PARA TRANSFORMAR.


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