sábado, 15 de junio de 2013

Negro sobre blanco


Las cifras verdaderamente no se pueden creer. Ahora que mira con detenimiento, negro sobre blanco, la lámina que pegó en la escuela la delegada de la oposición realmente se indigna. Según había podido leer en el sitio de internet del SUTEBA, el Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires, el oficialismo de la lista Celeste había obtenido el 70 por ciento de los votos para la renovación de autoridades, mientras que la opositora lista Multicolor  alcanzó el 30. Los números le llamaron la atención porque en La Matanza la oposición de izquierda, a quien ella votó, ganó, y presentía que el espíritu renovador, de necesidad de cambio campeaba en todos los colegios bonaerenses. De modo que supuso que los números estaban debidamente maquillados, pero nunca supuso la proporción real de la estafa.

Sí, ahora se entera de que el fraude ha sido colosal. Que si la media de votación de los trabajadores afiliados y en condiciones de hacerlo es de entre el cincuenta y el sesenta por ciento -en el gran Buenos Aires, en todos los gremios de la Argentina y del mundo-, en aquellas seccionales del SUTEBA que la oposición no pudo fiscalizar la cantidad de votos superó el 90 por ciento, casi roza el cien por cien. Como se dice habitualmente, votaron hasta los muertos. ¡Increíble! Y eso para no mencionar la vista gorda y la complicidad de los veedores del ministerio de Trabajo que incluso colaboraron para que la estafa se efectúe sin más en distritos como en San Martín-Tres de febrero.

Mientras lee la bronca le sube por el pecho y le ocupa la garganta, de manera que tiene que apoyar sobre la mesa la taza de mate cocido para no atorarse. Se limpia la boca con una servilleta de papel, y tose sin dejar de leer, esta fría mañana de junio, justo antes de meterse dar su primera clase del día.


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